Capitulo 7: En el Cementerio

Invitado

Ya llevaban dos semanas de haber retornado al colegio, y ya estaban al borde del colapso gracias a un mar de deberes dejados por los profesores, que al parecer se habían confabulado para dejar los deberes.
Sirius y Pablo estaban en la biblioteca realizando los deberes de transformaciones. Sirius estaba de lo más normal realizando su lectura para terminar sus deberes, Pablo era otra cosa, el pobre esta cansado y estresado, ya que entre los deberes y las labores de prefecto lo tenían cansado, y solo llevaban dos semanas de clase.
- Creo que deberíamos empezar a buscar algo sobre el bendito pecado que esta en el colegio- dijo Sirius cerrando, aburrido, el libro que estaba leyendo.
- Yo creo que deberíamos es terminar los deberes ¿no crees?- dijo su hermano sin levantar la vista- y además, ¿cómo piensas comenzar la búsqueda sin una pista o señal?
- Por eso mismo- le dijo su hermano- algo tenemos que hacer, no regresamos al castillo por nuestra educación mágica, si no por nuestra misión.
Pablo estaba apunto de replicar el comentario de su hermano, cuando su cara formo una sonrisa algo boda y babosa. Sirius volteo para ver que era lo que había puesto a su hermano de manera tan patética, y al ver en la entrada de la biblioteca vio a Serena Van der Woodsen, que buscaba algo con la mirada. Sirius se voltio y bufo, empezó a recoger sus cosas y meterlas en la mochila, porque sabia exactamente que buscaba la rubia y eso lo molestaba bastante. Pero ya era demasiado tarde, ya los había visto y se dirigía bastante rápido hacia la mesa donde se encontraban Pablo, que no había cambiado su patética expresión, y Sirius.
- Hola chicos ¿Qué hacen?- pregunto la rubia con una sonrisa.
- Yo yéndome- contesto Sirius, sin darle importancia- y el bobo que tienes enfrente, que mas va a estar haciendo si no puros deberes.
- ¡Oye!- exclamo Pablo, ofendido- yo por lo menos tengo algo que hacer, ¿no dijiste que te ibas?, pues vamos, vete, vete.
Sirius miro a Pablo con cara de querer matarlo a punta de Crucios, luego salió de la biblioteca sin ver a mas nadie, dejando a Pablo al lado de la rubia, el primero con su cara de bobo mirando a la chica, y la rubia con cara de tristeza al ver al ver al joven de sus sueños ir se dejándola con otro de los bobos que veía a diario en los pasillos del colegio.
Sirius salió de la biblioteca molesto con su hermano, por hablarle de aquella manera, aunque ya era algo de todos los días que le hablara, y más frente a la rubia, se molestaba al máximo. Lo que mas extraño para Sirius, era que su hermano no era el único que actuaba de aquella manera delante de Serena, el había notado que toda la población masculina de Hogwarts actuaba de la misma forma cada vez que la rubia estaba al menos a dos kilómetros de distancia. Sirius estaba pensando seriamente que la chica era una veela, pero había descartado aquella posibilidad, ya que Serena no daba muestra de tener ni el mas mínimo poder de veela, era bonita, eso nadie lo negaba, pero no tenia esa aura que rodeaba a las veelas, como si fueran santas. Además de las continua sensación de que la chica ocultaba muchas cosas oscuras, como si tuviera un gran secreto que ocultaba para que nadie lo notara “Como que no somos los únicos con grandes secretos oscuros en estos días”, pensó Sirius saliendo del colegio y llegando a los jardines.
Camino hasta sentarse debajo de la sombra de un roble que estaba algo cerca del lago. Miraba como las aguas del lago se veían verdes y calmadas, hasta que el calamar gigante sacaba los tentáculos, para tomar un poco de sol, y rompía con la tranquilidad de las aguas. Estaba tan desconectado del mundo que no noto a cierta castaña que salía del castillo, seguida de su grupo de amigas. En cambio las chicas si notaron el pelinegro que estaba absorto en sus pensamientos debajo del gran roble.
- Es tan lindo cuando esta pensando- dijo una de las chicas del grupo, suspirando como el resto, excepto por la castaña.
- ¿El piensa?- dijo la castaña- eso si que es la novedad del año en este colegio, te lo creo de su hermano, pero ese se nota que no tiene ni gramo de inteligencia.
- Vamos Hermione- dijo otra de las chicas del grupo, un tanto impacta por la rudeza de la chica ante la presencia del chico- no nos vas a negar que es todo un mangazo de hombre.
- Sera todo un mangazo de hombre y todo lo que quieras Akiss, pero yo busco algo mas que la belleza externa- dijo Hermione algo exasperada con los constantes suspiros de sus amigas- algo como su hermano, claro, que con el habría que dejar al lado el hecho de que es algo elitista y se la pasa de burla en burla de todos con sus amigos, y es el hombre perfecto.- ironizo la castaña.
- Tú nunca vas a cambiar ¿cierto?- dijo Akiss, algo molesta con lo ruda que era su amiga a veces- siempre buscando algo malo a todo. Podrías tener cualquier chico que quisieras, pero siempre a un “pero” para cualquiera que aparezca.
- Si, ¿tienes algún problema con eso?- dijo Hermione, levantándose del césped- yo por lo menos no me le lanzo a cualquier que me pasa por al lado, además de que no tengo tiempo para un novio, ya que es una santa perdida de tiempo para no decir algo peor.
- ¿Eres lesbiana?- soltó Akiss a la ligera.
La cara de castaña cambio en un instante, si antes estaba molesta, ahora estaba furiosa. Quería matarla hay mismo con sus propias manos, por decirle algo tan pero tan horroroso.
- No Akiss, para tu desgracia no soy lesbiana- dijo Hermione, apretando los puños para no lanzarse sobre su amiga- lo que pasa es que a diferencia tuya, no soy una cualquiera.
Sin decir mas nada, se dio media vuelta y se fue hecha una fiera. Sus amigas quedaron impactadas con la respuesta de la castaña, estaban escandalizadas, ya que no era típico de la castaña andar respondiendo de esa manera.
- ¡Esta vez se paso!- dijo Akiss totalmente furiosa.
- No- dijo una chica de ojos azul intenso- la que se paso fuiste tu.
- Cállate Georgina, que nadie te pidió opinión- soltó la chica pelirroja, que había iniciado la conversación sobre el chico Black- mira que a pesar de ser nuestra amiga, aun no te tenemos confianza.
- ¿Y quien les dijo a ustedes, par de arpías hipócritas, que ustedes tenían el santo privilegio de decir que son mis amigas?- contesto Georgina, empezando a enojarse- ustedes para mi son compañeras de clase mas nada, yo no necesito amigas que insultan a otra diciéndole lesbiana, pero si considero a una amiga a una persona que dice la verdad, porque lo que Hermione te dijo no fui ningún insulto Akiss, fue la verdad, porque para nadie es secreto que has estado en la mitad de las camas de los chicos de este colegio, y si eso no te hace sentir una cualquiera, pues fíjate que eres bastante falsa, aunque eso, ya me quedo muy claro.
Y sin decir mas nada, se dio media vuelta y se dirigió al colegio en busca de la castaña de su amiga, dejando al par de arpías atónitas con sus palabras.
Sirius seguía sentando bajo el árbol con la mirada perdida, cuando unos gritos no muy lejos de el lo sacaron de su letargo. Se voltio para ver de donde provenía el alboroto, y vio que era de la castaña y sus amigas. La castaña parecía furiosa, con la cara cargada de puro odio capaz de hacer retroceder a cualquiera. Luego se iba del lugar dejando atrás a sus amigas, pero enseguida otra de las chicas, que pudo distinguir como Georgina Black, ya que el obvio parecido familiar de los Black la delataba, se levantaba al igual que la castaña, y les gritaba algo al par que estaba en el suelo, algo Sirius no pudo oír por lo lejos que estaba de las chicas, luego se iba al igual que la castaña, dejando al par con cara de atónitas y de pura sorpresa ante lo dicho por Georgina.
Sirius sonrió al ver que Georgina tenia el mismo carácter de los Black, aunque no estaba seguro de que fueran familia plenamente dicho, aunque eso no era de preguntarse, ya que con el carácter que derrochaba la chica y su rostro, denotaban que era una Black igual que el y su hermano.
- Que desfachatez esas Gryffindors- dijo una chica que había parecido de la nada, haciendo que Sirius se exaltara un poco.

Invitado

- Si- dijo Sirius, tomando su postura de siempre- aunque no deberías sorprenderte, al fin al cabo son Gryffindors.
- Cierto- dijo la chica de unos ojos azul celeste, pelo negro y piel blanca como la nieve- tienes razón.
- Una pregunta- dijo el chico- y perdona si te ofende ¿Qué quieres?
- Nada- dijo la chica sin ofenderse- y no, no me ofende, y lo que quiero es un lugar donde pueda estar tranquila, ¿te molesta que me siente aquí?
- No para nada- dijo Sirius sin darle mucha importancia- Sirius Black, por cierto, un placer.
- Blair Waldorf- contesto la chica- y no hace falta que te presentes, se quien eres.
- ¿Si?- pregunto interesado Sirius- ¿Y como lo sabes?
- Obviamente porque eres un Black- contesto Blair, como si no fuera importante- además de ser uno de los chicos mas deseados del colegio.
Sirius se incomodo un poco ante lo ultimo dicho por la chica, no es que no lo gustara que le dieran ese estatus, si no que odiaba lo babosas que podían ser las chicas ante un chico que les gustara, era como ver a su hermano babeándose por Serena.
- Ah bueno- dijo el pelinegro, sin denotar emoción alguna- y ¿de donde te transfirieron?
- De Beauxbatons- contesto Blair, con la vista en el horizonte que tenían en frente- al igual que Georgina y el resto de las chicas que entraron conmigo.
- ¿Enserio?- pregunto Sirius, algo interesado- pero Van der Woodsen no dio ni señas de conocer a alguien en el tren.
- Ah bueno, no se que decir ante eso, ya que no la conozco bien- contesto Blair, sin darle mucha importancia- ella no es del tipo de chicas que hace amistad con gente como yo.
- ¿Gente como tu?- pregunto el chico sin entender muy bien porque decía eso.
- Si gente como yo, gente que le gusta estar sola en vez de acompañada, gente que le gusta disfrutar de un buen libro, del silencio, de la simplicidad de las cosas- decía la chica, sin mirar al pelinegro- en fin, gente como yo.
- Creo que en Beauxbatons, las chicas son muy superficiales, sin ofender claro- dijo Sirius, algo incomodo con la revelación de Blair.
- Bueno no todas son así- contesto Blair, mirando a Sirius a los ojos- Vanni, la chica de cabello castaño y ojos claro, es muy amistosa y amigable, y Georgina también, aunque no me cae bien del todo, no es tan superficial como Serena, y Lily, la del pelo que parece fuego, no se que decirte de ella, es algo cambiante y distante, así que ni idea.
- ¿Conoces a Georgina?- pregunto Sirius, interesado en conocer mas de la chica.
- Si- contesto Blair- y por si te lo preguntas, si es pariente tuyo, es tu prima para ser más específicos.
- ¿Y tu como lo sabes?- pregunto el chico, algo sorprendido.
- Porque antes de venir a Hogwarts, ella no paraba de decir lo emocionada que estaba por conocer a unos primos de los que siempre oía hablar a su familia, mas no conocía- contesto la morena, como si comentara sobre el clima.
- ¡Ah!- contesto Sirius, algo extrañado que la chica dijera eso, ya que Georgina no se había inmutado hablarles, era como si para ella no existieran.
- Bueno Sirius te dejo- dijo Blair, levantándose del suelo y limpiándose la falda- tengo que ir a la biblioteca a terminar mis deberes. Nos vemos, fue un placer poder hablar con alguien cerebro, para variar ante tantos estúpidos que abundan por aquí.
- Lo mismo digo- dijo Sirius con una sonrisa en la cara ante el comentario de la chica- nos vemos por hay Blair.
……

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- Entonces Georgina si en prima de nosotros- dijo Pablo.
- Si, aunque lo que más me extraña es que no allá dado señal de vida ante nosotros, cuando Blair me dijo lo emocionada que estaba de conocernos- dijo Sirius, mientras caminaba hacia el comedor, esquivando alumnos que venían ya de cenar.
- Bueno hay que entenderla- expreso Pablo pensando un poco- una cosa es que allá dicho en su colegio lo emocionada que estaba y otra muy distinta es intentar de hacerlo cuando nunca en la vida nos habíamos visto.
- Si en eso tienes razón- dijo Sirius sentándose en la mesa de las serpientes y colocando de todo en su plato- pero sigue habiendo algo que no me cuadra, no me transmite confianza a pesar de ser familia.
- ¿Y como coño quieres que te transmita confianza si ni siquiera la conoces?- le pregunto Pablo, tomando un poco de jugo.
- Si bueno pero igual, es familia y si no le siento confianza es porque algo oculta, al igual que tu novia Serena- le espeto Sirius algo enfadado, al ver a la chica acercarse- y recuerda que mis instintos nunca fallan, y ella desde que la vi, no inspiro ni un gramo de simpatía ni confianza.
- Ya cállate hermanito- le espeto Pablo incomodo- primero, no es mi novia, segundo, metete tus instintos por donde mas te quepan y tercero, vas a tener que soporta a Serena porque es mi amiga y es nueva en el colegio.
- Hola chicos- dijo Serena al llegar a donde estaban los gemelos, y justo en el momento que Sirius le iba a reclamar a su hermano- ¿como les va?
- Bien, bien- le contesto Pablo, retomando su cara de enamorado que siempre tenia cuando la chica estaba cerca, algo que hacia que Sirius volteara los ojos y se marchara del lugar- ¿y tu?
- Bueno un poco estresada con tantos deberos, esos viejos nos quieren matar a punta de trabajos- se quejo la rubia, tomando una tostada y llevándosela a la boca.
- Bueno yo me voy- dijo Sirius, levantándose de la mesa- ya estoy lleno- aunque en realidad no había ni dado tres bocados- ya sabes hermano te espero en la sala común a las 11, no faltes.
- Si, si, si- dijo Pablo distraídamente, aunque con los ojos puestos en la rubia que tenia en frente- lo que digas.
Sirius volteo los ojos, ya que no soportaba lo bobo que se ponía su hermano al tener a la rubia cerca. Se dirigió distraídamente hacia la puerta del comedor y al llegar a esta se tropezó con una chica que venia cargada de libros.
- Lo siento- se disculpo- no vi por donde iba, deja que te ayudo con los libros.
Sirius se agacho y empezó a recoger los libros sin ni siquiera notar con quien había chocado ni a quien estaba ayudando, tomaba cada libro sin mirar hacia la chica con la que había chocado, pero la voz de esta lo saco del trance en el que el chico estaba desde que dejo la mesa.
- ¿Te a picado algo o simplemente de lanzaron un Confundus?- le espeto la chica.
Sirius levanto la cabeza y dejo caer los libros de la impresión. “Mierda”, fue lo único que pudo pensar al ver a Hermione Granger parada frente a el mirándolo como si no se pudiera creer lo que tenia en frente.
- Yo…- empezó el chico, aunque no sabia que decir, pensó en insultarla pero ni siquiera podía, estaba en shock- este…
- Y para mas te comieron la lengua las lechuzas ¿verdad?- le espeto la castaña mirándolo como si fuera un pedazo de chicle en su zapato.
La chica se agacho a recoger los libros que Sirius había vuelto a soltar, ignorando por completo la mirada del chico. Al sentirse ignorado, Sirius se levanto y la miro con tanto odio que como dicen “si las miradas mataran”, la chica ya estaría muerta.
- Dale gracias a que iba distraído y pensando en otras cosas, sabelotodo- le espeto el chico con su mirada cargada de odio- porque si no, te hubiese dejado sola recogiendo todos tus libros, y menos ayudado a levantarlos, para ver como te arrastrabas como la rata de biblioteca que eres.
- ¿Ayudado, dices?- le dijo la chica, un tanto impactada por lo dicho y furiosa por su descaro- déjame recordarte algo querido niño mimado, elitista y egocéntrico cerdo de pacotilla, que en lo que me viste tiraste de nuevos los libros que acabo de recoger además de que fuiste tu que hizo que se me cayeron al suelo.
Justo en el momento que Sirius le iba a contestar mordazmente a la chica, llego a ellos l persona que menos se esperaba que se entrometiera en esos momentos.
- ¿Algún problema Herms?- le pregunto Georgina Black a la chica, sin ni siquiera mirar a su primo.
- No Georgi, no hay ningún problema con tu primito, solo me estaba ayudando a recoger mis libros- y sin mas, la castaña ingreso al comedor, dejando solo por primera vez a los chicos Black, que estaban sumidos en un incomodo silencio.
- Este…- empezó Sirius sin saber que decirle a su prima- yo…yo soy…
- Ahórratelo- le dijo Georgina sin ningún tipo de emoción en el rostro- para lo que a mi respecta tu y yo solo tenemos el apellido en común, del resto ni nos conocemos.
- ¿Qué?- le pregunto el moreno sin poder creerse lo que acaba de escuchar.
- Lo que oíste- le dijo la chica, aun sin inmutar su rostro hacia algún emoción- y ahora si me disculpas, tengo hambre y quiero comer si no me desmayo.
- ¿Por qué?- pregunto Sirius al ver a la chica dirigirse hacia dentro del comedor- ¿Por qué ahora que tienes la oportunidad de interactuar conmigo dices eso? ¿Por qué estando es Beauxbatons te emocionaba venir a Hogwarts solo porque al fin nos conocerías y ahora actúas como si lo que menos desearas es vernos?
- Porque simplemente pensé que ustedes serian diferentes a lo que es nuestra familia, pero mi decepción fue más grande que las ganas de conocerlos- le dijo la chica como si fuera lo más obvio del mundo.
- ¿Decepción?- le pregunto Sirius incrédulo- ¿de que coño hablas?
- Para decírtelo de lo mas simple posible, así tu minúsculo cerebro lo entiende- le dijo la chica al fin empezando a enfadarse- me decepcione al ver que son iguales que su padre, y no me refiero a lo físico, sino que compartes las miasmas creencias que el, que se creen superiores a medio planeta y demás. Yo no pienso así, y disculpa me si no te gusta. Yo por muy Black que soy, y a orgullo déjame decirte, no comparto lo mismos pensamientos que ustedes tienen del resto de las personas, y eso me decepciona porque pensé que al menos serian diferentes a su padre.
Y sin más que decir, la chica se dio media vuelta e ingreso al comedor, dejando a su primo tan impactado y en estado de shock, que tardo más de un minuto en recuperarse de las palabras dichas por su prima.
……
- ¿Eso te dijo?- pregunto Pablo incrédulo.
- Si- contesto Sirius, también impresionado por lo que contaba, ya que a pesar de haber pasado horas desde su encuentro con Georgina, aun no podía dejar de impresionarse de lo dicho por la chica.
- ¡Wow!- exclamo Pablo- de verdad impresionante no puedo creer que te allá dicho eso, de verdad que me impresiona, eso se nota que no es Black enteramente.
- Lo se, lo se- contesto su hermano resignado- yo tampoco me lo creo, y cuando me lo dijo no pude notar otra vez ese presentimiento que ella oculta algo, pero creo que no es momento de pensar en eso, hay que estar enfocados en la misión, así que mejor sigamos.
- Tienes razón, mejor sigamos- concordó Pablo- aunque no veo porque seguir si ni siquiera sabemos a donde nos dirigimos.
Y era verdad. Los chicos llevaban más de una hora dando vueltas por todo el castillo, buscando algo que ni siquiera ellos mismos sabían que era lo que buscaban. Salieron a los terrenos y se dirigieron hacia las orillas del lago. Al llegar se sentaron debajo de un árbol, y se dedicaron a contemplar la vista nocturna que tenían en frente.
- De verdad esto es frustrante- dijo Sirius, cortando el silencio que había entre ellos desde que llegaron al lago- no sabemos ni siquiera que buscar o por donde empezar- se acostó en la grama, mirando al cielo y pensando en mil cosas, o mejor dicho en solo una- de verdad quisiera que el anciano decrepito no hubiera muerto, al menos podría habernos dicho por donde empezar, o que buscar o a quien amenazar.
- Lo se ¿pero que podemos hacer?, solo rezar porque un milagro de nuestro padre nos ilumine o nos de alguna pista- y como si el mismísimo cielo, o infierno en este caso, hubiese odio sus plegarias y deseos, Pablo distinguió a lo lejos una sombra que caminaba muy presurosa por el lado contrario de donde ellos estaban- ¿Qué es eso?
- ¿A que te refieres?- pregunto Sirius levantándose perezosamente.
- A eso- dijo su hermano señalando hacia la otra orilla del lago. Sirius logro ver la sombra que se perdía por detrás de una de las torres.
- Hay que seguirla- dijo al instante levantándose como si tuviera un resorte en el trasero.
- ¿Para que?- pregunto Pablo, levantándose también pero con una cara de no saber nada de nada.
- A ver ¿como te lo explico?- pregunto su hermano con un aire de sabelotodo que Pablo detestaba.
- ¡Oh por dios!, deja de hacerte el sabelotodo que no te queda- le dijo molesto con la cara de su hermano- escupe ya lo que tengas que decir ¿si?
- Bueno, bueno, no es para que te molestes- le respondió con una sonrisa ante la cara que tenia- en fin, contéstame algo, ¿Qué hace alguien levantado a esta hora de la noche, caminando con mucho sigilo por los terrenos del colegio, como si ocultara algo?, además de estar dirigiéndose hacia l cementerio del colegio, que supuestamente están prohibidos.
- Bueno en eso tienes razón- le contesto su hermano entendiéndome- pero y ¿si es un profesor? , en eso no hay nada de raro.
- Claro que si- le contesto Sirius empezando a enfadarse- y mucho, pero ahora cállate que si no le vamos a perder el rastro vamos.
Y sin oír una queja mas por parte de su hermano corrió hacia la orilla donde hace unos momentos se encontraba la sombra. Se dirigieron hacia la vuelta por donde la sombra se había perdido, y corrieron hasta más no poder por el camino que ellos sabían que los conducía al cementerio del colegio. Por más de 15 minutos no hicieron más que correr y correr, preguntándose donde diablos se había metido la sombra que habían visto. Cuando ya estaban a punto de regresarse al colegio, vieron aparecer ante ellos el tan famoso, por no decir tétrico y espeluznante, cementerio de Hogwarts.

Invitado

Cientos de lapidas se veían por todos lados, además de ángeles de mármol y estatuas de otras personas. Una que otra catacumba se veía a la distancia, cubiertas por hiedra que crecía por todos lados. Arboles desojados se elevaban por todos lados, proyectando sus imponentes sombras, gracias a la luz que emanaba la luna, y una neblina cubría toda la hierba del lugar, llegándole al nivel de las rodillas, y dándole al lugar un ambiente aun mas escalofriante del que tenia.
Los chicos cruzaron las verjas de hierro, que crujieron al abrirlas, y se adentraron a las profundidades del cementerio. Sirius iba adelante y Pablo detrás de el, ambos con sus varitas levantadas y todos los sentidos alertas ante el más mínimo sonido que escucharan.
- Ya entiendo porque este lugar esta prohibido- dijo Pablo en un susurro, rompiendo el tétrico silencio del lugar- ¿Quién quería estar por aquí?, me apuesto que ni de día este lugar tiene buen aspecto.
- ¿Acaso tienes miedo?- le pregunto Sirius con una mueca-sonrisa en la cara- y ya cállate y deja de hablar, esta alerta ante cualquier cosa.
- Esta bien- le contesto Pablo sin inmutarse- pero creo que deberíamos de separarnos- Sirius lo miro por unos instantes y luego volteo la mirada al frente, así que Pablo lo tomo como un si- y para que sepas no tengo miedo, solo hice un comentario sobre este espantoso lugar.
Y sin decir mas nada, se dio media vuelta y tomo el camino contrario por el que iban. Por más de 20 minutos, horas le parecían al chico, Pablo no vio nada más que lapidas y sepulturas de antiguos estudiantes, que murieron en el colegio, y antiguos profesores y directores que como ultimo deseo quisieron ser enterrados en el colegio. “Que perdida de tiempo”, pensó Pablo, al ver que la pequeña persecución que habían montado no los estaba llevando a ningún lado, “ya vera Sirius cuando salgamos de aquí, me las va a pagar por arrastrarme hasta este estúpido cementerio cuando podría estar durmiendo en mi cama plácidamente”. De repente Pablo dejo de pensar en como vengarse de su hermano y poso su atención en una gran sepultura de mármol. Se sintió curioso, y se acerco sigilosamente a ella, y al estar en frente, una sonrisa cruzo su rostro y un brillo apareció en sus ojos.
- Así que aquí es donde descansas viejo decrepito- dijo el chico acentuando más su macabra sonrisa- si no estuviera persiguiendo a alguien ya habría destruido tu sepultura Dumby.
Y efectivamente, como veía el chico, estaba en frente de la sepultura del gran Dumbledore, pero en vez de sentirse asustado o sentir un profundo respeto estando frente a los restos del mago mas grande de todos los tiempos, sintió una rabia correr por sus venas, y unas ganas de venganza se apoderaron de el, y en el momento que levanto su varita para arremeter contra l sepultura, oyó unas pisadas detrás de el.
- ¿Quién anda hay?- pregunto el chico, apretando mas su varita y mirando a todos lados- ¡respondan!
- Ya cállate que nos van a descubrir- le espeto una voz desde algún lugar a la derecha de el. Enseguida se volteo y vio que era su hermano el que estaba parado a su lado. Respiro mas tranquilo y miro a su hermano con ganas de asesinarlo.
- Me vas a terminar matando de un susto- le espeto un tanto furioso.
- Lo se- le contesto con una pequeña sonrisa en la cara- en cierta forma esa era la idea.
- Idiota- le dijo antes de volverse a la sepultura del antiguo director y levantar otra vez la varita en dirección a esta.
- ¿Qué haces?- le pregunto su hermano un tanto sorprendido con la actitud de su hermano- ¿te volviste loco o que?
- No nada de eso- le contesto Pablo sin dejar de apuntar a la sepultura- es solo que esta es la sepultura del viejo Dumby y me dieron ganas de jugar un poco o mejor dicho de destruir un poco.
- ¡Ah!, ya entiendo- le dijo Sirius, parándose a su lado y apuntando también con su varita a la sepultura- un poco de destrucción y venganza al mismo tiempo, me impresionas hermano, pensé que no eras de esos.
- No lo soy- le contesto sin inmutarse ni enfadarse- pero con solo tener los restos de este idiota cerca dejo de pensar y mando al carajo de todo lo que soy.
- Compresible- contesto Sirius, encogiéndose de hombros- ¿a las de tres?
- Perfecto- contesto Pablo acentuando aun mas, si es que era posible su sonrisa- uno, dos, tres- y sin mas ambos levantaron las varitas y gritaron al viento:
- ¡BOMBARDA!
Una gran explosión se oyó a lo lejos del cementerio, muy cerca de las puertas. Envidia voltio su rostro hacia este punto y se puso de pie de inmediato, lo mismo hicieron sus hermanas.
- ¿Qué mierda fue eso?- pregunto al aire.
- Sea lo que sea, alguien siguió a alguna de nosotras- contesto Vanidad.
- Yo revise todo el lugar en lo que entre- dijo Furia- y Pereza volvió a confirmar la zona en lo que ella llego ¿cierto hermana?
-…
- ¿Cierto Pereza?- volvió a preguntar Furia.
-…
- ¡PEREZA!- exclamo la chica comenzando a darle gala a su nombre- si serás estúpida y distraída ¿Por qué coño no hiciste tu ronda antes de entrar?
- No creí que fuera necesario- contesto Pereza sin inmutarse- nunca nadie viene por estos lados.
- De verdad que eres estúpida- dijo Envidia sin enfadarse- y tú cálmate Furia, que enojándote con ella no ganas nada.
- Es cierto, ya bájale a tu tono rojo de la cara que pareces tomate- le dijo Lujuria con una sonrisa en la cara, la cual borro a ver los ojos de su hermana posados en ella.
- En fin- empezó Avaricia- ¿Qué vamos hacer si alguien la siguió o nos siguió?, al parecer no nos han visto y por lo que se oye solo destruyeron algo.
- Es cierto- dijo Gula- en ese caso creo que Pereza debería de ir a darle un vistazo, ya que ella tiene la culpa de todo, entre otras cosas.
- Cierto- dijo Vanidad- Pereza, encárgate de borrar cualquier vestigio si nos llegaron a ver o a oír, y en los casos mas extremos mátalos.
Pereza asintió un tanto cohibida, se levanto y vio como sus hermanas desaparecían en el acto dejándola completamente sola. Se coloco la capucha de su capa azul encima de su cabeza, tapando así todo su rostro, y se dirigió al lugar donde se había suscitado la explosión.

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