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Tema: Lemony Roux Miér Mayo 05, 2021 12:53 am
Whispers
Squad ৹ Inspired ৹ Películas
Siempre había estado obsesionado con ella. Desde que la había visto salir de la preparatoria, riendo con su nuevo novio. Ese día de la graduación donde había acompañado a su hermana a verla se había quedado prendido de su belleza y gracia a pesar de que era una niña para él. Esa diferencia de edad les llevó a no frecuentarse más allá de la amistad pero cuando Lemony llegó un día a su casa con lagrimas en los ojos, contándole que estaba embarazada y no sabía como hacer para contarle a sus padres sobre lo sucedido el le había asegurado que la ayudaría. Podía hacerlo y así, el plan que había trazado funcionaría.
Desde ese día han pasado dieciocho.
Dieciocho desde la desaparición de la chica, algunos menos desde que se la diera por muerta.
Dieciocho de una obsesión macabra, de un padre de día y un secuestrador y amante de noche.
Dieciocho de una mentira para la familia de arriba.
Dieciocho para quien jamás ha visto la luz desde su habitación, su mundo pequeño.
Dylan Jones
47 años ৹ Tom Hiddleston ৹ Lady Chaos
Padre de Abel - El hombre con la familia ideal para quien lo conoce. Con un buen pasar económico. Sádico, obsesionado. El Secuestrador.
Lemony Roux
36 años ৹ Charlize Theron ৹ Moony
Madre de Klaus. Abnegada, todo lo que ha hecho, quedarse en ese sitio lo ha hecho por el bienestar de su hijo. La que no debió estar en ese sitio ese día.
Abel Jones
17 años ৹ Froy Gutierrez ৹ Lady Chaos
El niño de papá. Es estudiante de fotografía. Tiene una obsesión con fotografiar todo, sea lo que sea y luego documentarlo en un pequeño diario personal que tiene. Le gusta investigar.
Klaus Roux
17 años ৹ Lucky Blue Smith ৹ Moony
Hijo de Lemony, ella estaba embarazada cuando la secuestraron. Jamás ha salido de la habitación
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Benjamin Marsden Auror
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Tema: Re: Lemony Roux Miér Mayo 05, 2021 1:00 am
CAPÍTULO 1
Secuestro
"Cuando llegó a mi apartamento con lágrimas en sus ojos, una parte de mí se alegró. Una parte sádica, completamente consciente de que lo que sentía estaba mal y que aún así, aplaudía por lo conveniente de aquel asunto.
La mujer que se había convertido en mi obsesión, ahora acudía a mí para encontrar consuelo, una solución; un motivo para vivir. Y yo se lo iba a dar. Llevaba meses preparando aquel plan maestro, y sin embargo, éste había llegado antes de lo previsto. Como un pastel recién horneado que no puedes evitar probar a pesar de saber que primero debe enfriarse.
En este caso, no podía esperar más. Era ahora o nunca.
Feb, 22 del 2003."
-Toma asiento, enseguida te traigo una infusión. -Comentó Dylan ayudando a la muchacha a que se acomodara en el amplio sofá del salón.
Aprovechando que el salón se comunicaba con la cocina, el hombre comenzó a preparar una tetera con agua caliente y esperó a que emitiera el típico pitido para servir en una taza la bolsita de la infusión con el agua ardiendo. Además, con muchísima discreción añadió algo más a la mezcla. Un "ingrediente especial" sin importancia. Uno que llevaba las letras: "Afrodisiaco" escrito en el diminuto recipiente que regresó a su compartimento secreto de la cocina.
-Aquí tienes, princesa. Espera unos segundos a que se enfríe, no vayas a quemarte. -Le dijo dejando la taza sobre la mesita que había frente al sofá. Entonces, cuando él tomó asiento a su lado, la cercanía entre ambos se acortó durante unos instantes y pudo verla mejor.
Aquellos ojos perlados, víctima de las lágrimas que seguían cayendo por sus mejillas. Y aquel rostro joven, inocente… ¿Qué más daba que estuviese embarazada? Para él seguía siendo hermosa, como un ángel.
Un ángel que deseaba mancillar.
-Sabes que puedes contarme lo que sea que atormente esa cabecita tuya. No es bueno guardarse las preocupaciones. -Comentó retirando cuidadosamente un mechón de su melena rubia tras su oreja.
Mi apartamento × 21:09 Dylan con Lemony
TY
CAPÍTULO I
Secuestro
Feb, 22 del 2003
Debía respirar y no dejarse llevar por el pánico de lo que acababa de descubrir. Pero estaba desesperada, tan llena de miedos e inseguridades. Sus padre no iban a aceptar jamás que estuviera embarazada, a su edad, con todos los proyectos y el futuro prometedor que tenía. Su padre era un importante funcionario de alto rango en la política y el deshonor era algo que el hombre jamás había podido manejar.
Hacía mas de un mes de que Erik ni siquiera le había hablado, ambos se habían acostado en un acto liberal de demostrarse que eso no iba a unirlos de más y lo habían logrado, pero no lo habían pensado, ninguno había pensado que aquello podría desencadenar un embarazo. Pero aquello era un hecho y no sabía como decirle a él, ni a sus padres ni a nadie que pudiera tener su confianza. Se sentía demasiado desesperada y sola. Y solo tenía una persona que le había demostrado que no le juzgaría. Dylan. El el hermano mayor de su amiga de preparatoria se había acercado ya algunas veces y le había ayudado cuando en su adolescencia necesitaba algo o darle de su confianza. Él entendería, él iba a ayudarla.
Con las lágrimas en los ojos Lemony había llegado al apartamento y había esperado porque él llegara a abrirle para apretar los ojos y acomodarse en su pecho, comenzando a llorar desesperadamente. Él le había dejado hacerlo y hasta la había escuchado en su apartamento antes de ofrecerle un té.
- No puedo creer que sea tan idiota Dy.. mi padre va a matarme.. - ella se frotó los ojos enrojecidos antes de tomar la taza caliente entre sus manos. Tenía una plaza en Harvard, un futuro brillante, un hijo era algo impensado. Ella se dejó acariciar mientras tomaba despacio de la infusión caliente, si fuera algún veneno también lo hubiera hecho de lo asustada y triste que estaba.
Apartamento × 21:09 Lemony con Dylan
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CAPÍTULO 1
Secuestro
Podía sentir su angustia. Dylan era capaz de percatarse hasta de los más pequeños detalles, incluidos tics, temblores y parpadeos. Había aprendido a analizar el comportamiento humano, a obsesionarse con él y fascinarse con cada nuevo descubrimiento. Con Lemony se dio cuenta rápidamente que era una mujer con un futuro brillante y que a pesar de desearlo con todas sus fuerzas, un hombre como él no tenía cabida a su lado. Tan solo era el último mono al que acudir por conveniencia. Aquello, le enfurecía, o al menos lo hizo al principio.
Antes de planificar el secuestro.
-Shh… Lemony, no le des más vueltas, no ahora. Trata de tranquilizarte primero, eso es, respira hondo. -Llevando sus grandes manos a los hombros de ella, comenzó a masajear de manera experta aquella zona. -¿Mejor? Ahora escúchame. No estás sola, ¿De acuerdo? Y jamás lo estarás. Pienso estar a tu lado el tiempo que necesites.
Con movimientos suaves y caricias camufladas, Dylan observó aquel cuello con fascinación. Reparó en lo increíblemente apetecible que le parecía, en el pigmento blanquecino de su piel. Y por unos instantes, fantaseó con la imagen de la marca morada de sus dedos al ejercer presión sobre éste.
-¿Necesitas tiempo para recuperarte, princesa? Yo podría hacer algo por ti si gustases. No me importaría hacerte el favor, al fin y al cabo eres alguien muy importante para mi hermana y aunque no nos conozcamos en profundidad, sé que eres una buena chica que merece lo mejor. -Habló con voz tranquila, casi dulce. Y acarició su rostro, reprimiendo una fuerte respiración al sentir la suavidad de su piel. -Recientemente he comprado una casa con el esfuerzo y sudor de años de trabajo. Pensaba mudarme en unos días, pero por suerte ya tengo la mayoría de muebles en el lugar. ¿Te gustaría alojarte allí una temporada? Podemos tratar de pensar todo con más calma. Ahora está todo demasiado reciente. -Explicó finalmente dando inicio a su retorcido plan.
Mi apartamento × 21:09 Dylan con Lemony
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CAPÍTULO I
Secuestro
Feb, 22 del 2003
Cómo podía ella criar un niño sin su padre? Sería la deshonra de la sociedad, su padre dejaría de hablarle, estaba segura, debería buscarse un trabajo y abandonar su tan ansiado título. Mientras más lo pensaba más sollozaba, estaba arruinada, con 19 años su vida parecía haberse reducido a.. pañales y biberones? Aquello la aterraba, ella tomó de un trago el té que el hombre le había preparado.
- Se que no puedo regresar a casa, mis padres no lo aceptaran, un bebé en este momento, sería.. impensado.. - debía haberlo pensado antes. Ella intentó hacerle caso, relajarse, las manos en sus hombros lograban calmar una parte de ella que sabía que estaba en el lugar correcto. El té sabía exquisito, la había hecho sentir deseos de estar en ese sitio, con ese hombre del que solo conocía por la buena de su amiga.
- De verdad no tendrás problemas con tu familia? No quiero que los tengas.. no sé que será de mi, pero no quiero ser una carga, yo y.. el niño.. - o quizás fuera una niña, no lo sabía, su vientre estaba demasiado plano aún para que médicos pudieran decirle algo. Ella se limpió las lagrimas y dejó que le acariciara, mirándolo con el rostro demasiado cerca. - Eres.. tan especial, gracias por la ayuda.. - le dijo apoyando su frente sobre el pecho de él y abrazándolo suavemente, él podía ayudarla, quizás solo necesitaba una semana para pensar en que haría con su vida ahora.
Apartamento × 21:09 Lemony con Dylan
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CAPÍTULO 1
Secuestro
Feb, 22 del 2003
"Eso es… Déjate llevar…" Pensó para sí mismo el hombre. Y la abrazó, por supuesto que la abrazó. Ahora mismo toda su atención y cariño estaban puestos en ella, en todas las atenciones que necesite. Y enredó sus dedos alrededor de los mechones de pelo de ella. Lo hizo fascinado con el color dorado de cada uno de ellos.
-No hay ningún problema, preciosa. Esa casa es mía al cien por cien así que las decisiones que tome sobre ella también lo son. Y ahora, la mejor opción es darte un tiempo para pensar, reflexionar y respirar. -Comentó haciendo especial énfasis en aquello último. -Te noto asfixiada, Lemony, como si te costara respirar.
Apartando con cuidado a la joven, la observó con un poco más de lejanía y la analizó de arriba a abajo. ¿Debía sentirse mal porque aquella imagen que estaba viendo le resultara fascinante? Estaba claro que normal no era, desde luego, pero escuchar su respiración entrecortada junto a las lágrimas que caían por su rostro, la hacían ver terriblemente hermosa.
-Necesitas aislarte esta misma noche. No te veo nada bien y me preocupa. No te preocupes por nada, ni siquiera por tener que recoger ropa o productos de higiene en tu casa. Yo mismo me encargaré de proporcionarte lo que necesites mientras estés a mi cuidado, ¿De acuerdo?
Depositando un suave beso sobre su frente, volvió a encontrarse con los ojos de ella sin poder dejar de mirarlos.
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CAPÍTULO I
Secuestro
Feb, 22 del 2003
Lemony sentía que aquel té caliente había logrado relajarla un poco, pero en su estado, aún necesitaba llorar y sacar todos sus miedos fuera, Dylan iba a ayudarla algunos días y luego iría a poner orden en su vida, decidida y pensando en lo mejor para los dos. Porque a pesar de que aquella noticia era sumamente pronta y desgarradora para hacerla pensar en que su vida cambiaría para siempre no podría deshacerse de un bebé que crecía en su vientre.
- Necesito.. descansar, eso es todo.. - se dijo y le dijo para convencerse de que eso necesitaría, las suaves caricias de Dylan en su cabello enviaban lentas descargas por su cuerpo menudo bajo el influjo del afrodisíaco del té, ella levantó la mirada hacia los ojos de Dylan y se acomodó sobre sus piernas, hasta poder apoyar su rostro en el cuello de él. - Estaremos bien verdad? Tu vas a cuidarnos? - le preguntó la joven, con sus labios sobre la piel del hombre que le hablaba.
Apartamento × 21:09 Lemony con Dylan
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CAPÍTULO 1
Secuestro
Feb, 22 del 2003
"Ya casi la tienes Dylan. Solo un poco más."
Deslizando sus manos por su espalda, la atrajo más contra su cuerpo. La respiración de la mujer contra su cuello era una tortura placentera que le creaba una necesidad por cada segundo que pasaba. La necesidad de encerrarla y poder verla cada día de su vida, cada minuto. Poder abrazarla, acariciar su rostro, besarla y ser uno solo con ella.
Pero eso no era suficiente. Dylan necesitaba más. Quería que fuera como una reliquia que admirar cuando le apeteciera, un tesoro oculto del que sólo él tuviera constancia. Aquel hombre guardaba un retorcido plan en su interior que le haría cumplir todos estos deseos uno por uno.
-Lo entiendo perfectamente, princesa. Descansarás y nadie te molestará mientras lo haces. No mientras yo me encargue de… vosotros. -Añadió llevando una mano con muchísimo cuidado al vientre de la chica. -Os cuidaré, Lemony. Y no os faltará de nada.
"Incluso cuando el bebé nazca, pero ahora mismo no necesitas conocer ese dato." Pensó.
-Partiremos en un rato hacia allí… Mientras tanto, ¿hay algo que desees hacer? ¿Algo que te gustaría terminar…? -Obviamente no se refería a la infusión que le había preparado. Si no a aquellos susurros en su cuello, a la respiración entrecortada y a los efectos del afrodisíaco haciendo su labor. Y él aprovechó la situación para deslizar las manos debajo de la blusa de ella por la espalda, rozando peligrosamente la zona del cierre de su sujetador. Fue tan sutil, que podría dar la impresión de haberse topado con aquella prenda casi sin querer. Y así lo hizo parecer Dylan cuando fingió apartar las manos de esa zona por educación.
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CAPÍTULO I
Secuestro
Feb, 22 del 2003
Qué suerte había tenido ella de haber conocido a ese hombre. Lemony decía agradecerle lo que haría por ella de alguna manera, pero eso luego, en ese momento solo podía sentir sus promesas y sus manos, moverse por la piel de su espalda hasta dar con el broche de su sosten.
Las mejillas sonrojadas de la joven y su mirada se cruzó con la de el otro, asintiendo, quería terminar con lo que lentamente había comenzado.
- Hace calor aquí Dy.. - le dijo con la cadencia de la infusión haciendo efecto en ella. Ella se separó un poco, solo lo suficiente para poder desabrocharse los botones de su blusa blanca, uno a uno mientras le miraba a los ojos mordiendo su labio inferior. Aún tenía lágrimas y mucha confusión pero deseaba entregarse a el de esa manera, sin pensar en nada más que ese momento. - Tu también lo deseas.. verdad? - le preguntó, esta vez más cerca, cerca de sus labios. Ella beso sus labios suavemente, insitándolo a que se dejará llevar como ella.
Apartamento × 21:09 Lemony con Dylan
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CAPÍTULO 1
Secuestro
Feb, 22 del 2003
Probablemente en el estado en el que se encontraba, la chica no llegó a ver aquella sonrisa torcida que se dibujó en el rostro de Dylan y si por algún motivo llegara a verla, no la asociaría con nada malo. Bajo los efectos afrodisíacos, Lemony era ahora mismo una víctima ciega de la pasión, probablemente llevada por la desesperación.
Y era precisamente esa desesperación la que conseguía excitar a límites sobrehumanos a aquel hombre de ideas retorcidas. Quería verla rogar y escuchar sus súplicas. Pedir más y más...
-¿Tal vez tenga la temperatura de la calefacción demasiado alta?... -Respondió en cuanto la otra mencionó que tenía calor. Y es que aunque le dijera aquello, él sabía perfectamente que no era por esa razón. -Fíjate… -Susurró sacando sus manos de la espalda de la chica, entonces, deslizó una de ellas por su cuello y bajó hasta llegar al hermoso escote dejando un rastro húmedo allá por donde pasaban las yemas de sus dedos.
Aquel rastro, era del propio sudor de la chica, la cual ahora respiraba agitada y parecía haber dejado las preocupaciones a un lado para sumergirse en el disfrute del placer carnal. Aunque para eso, tendría que suplicar todavía un poco más.
-¿A qué te refieres, princesa?... ¿Qué es lo que debería desear tanto? -Preguntó apartando el pelo de la chica tras sus orejas y así poder ver su rostro muchísimo mejor. -Tal vez si me lo cuentas con todo lujo de detalles sea capaz de entenderlo…
Mi apartamento × 21:09 Dylan con Lemony
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CAPÍTULO I
Secuestro
Feb, 22 del 2003
No sabía porque sentía tantos deseos de pertenecerle a ese hombre en ese momento, quizás fuera parte de la desesperación y tristeza que la embargaba. De su sueño roto de poder ser alguien en la vida. Lemony abrazó con sus piernas el torso del hombre, jugando con sus labios, suavemente, como toda ella, un subidón de adrenalina, el afrodisíaco y todos sus problemas puestos en ese beso tan intenso, tan pasional.
- Te deseo a ti.. - le dijo ladeando el cuello al verlo descender con su mano hacia su escote, mordiendo su labio inferior, sus pezones endureciéndose a la perspectiva de las caricias del hombre aquel. - Tócame Dy, hazme tuya.. - le pidió mientras enterraba sus dedos en el cabello corto de la nuca de él. Sus ojos celestes se fijaron en los del hombre, a pesar de que era mayor, era guapo y había aura sobre él tan oscura como atrayente. Le pedía a ella que se dejara llevar.
Protección, cuidado, pasión, amor. Todo aquello era lo que la cabeza de la adolescente en un momento de desesperación pedía y entregaba sin medida. Lemony sabía que podía con ese niño que vendría, pero que estaría sola para eso y eso le llenaba de inseguridades. En ese momento no pensaba en ello, solo se dejaba llevar por la intensidad de sus actos.
Una mano bajo para acariciar por encima del pantalón de Dylan, tentando al hombre y jugando con el cinturón hasta lograr aflojar la hebilla.
Apartamento × 21:09 Lemony con Dylan
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Feb, 22 del 2003
Aquel hombre la tenía justo donde quería. Una vez se entregara a él no habría vuelta atrás y eso solo significaba una cosa… Que Lemony pasaría a ser de su propiedad. Total e íntegramente. De solo pensarlo, un hormigueo recorría su cuerpo entero transmitiéndole una sensación placentera y gustosa. Aunque en parte no sabía si se debía a que la chica estaba justamente toqueteando su zona íntima.
-Vaya, vaya con la princesita… -Canturreó de forma susurrada muy cerca de su oído. -¿Cómo te has dado cuenta de que deseo esto? -Preguntó tratando de sonar inocente, ajeno a sus pensamientos turbios. -Está claro que no he sido muy discreto… espero que me disculpes. -Añadió echándole un vistazo a su propio bulto.
Sin borrar la sonrisa de sus labios, dejó que la mujer rebuscara bajo sus pantalones mientras él, hacía lo mismo volviendo a meter las manos debajo de aquella camisa ahora desabotonada y de un solo movimiento liberaba sus dos hermosos pechos. Por la forma que tenían, le quedaba claro que Lemony estaba excitada y completamente a su merced. Una vez sus manos pasaron de la espalda a los pechos de la joven, acarició con suavidad cada areola, cada pezón abultado con sumo cuidado.
Dylan quería tantear el terreno antes de lanzarse como una fiera a su presa. Aunque algo le decía que iba a ser al revés. Bendito sea el efecto de aquel afrodisíaco…
-Escúchame, Lemony… -Susurró pegando sus labios en el oído de la chica. -Eres una mujer hermosa, con una piel suave, unos ojos brillantes y que transmiten más de lo que puedan hacer las palabras y yo siento que no puedo más… Nada desearía más en estos instantes que hacerte mía.
Y demasiado se estaba controlando. Pero debía aguantar. La primera vez tenía que aparentar, hacer que se sintiera en el cielo y así poder llevársela sin tener que llegar a la fuerza a su infierno personal. Algo duro golpeó el vientre de la joven cuando bajó la cremallera del pantalón y Dylan la penetró con su mirada. Casi parecía querer emitir una orden sin emitir ni una sola palabra. MI APARTAMENTO × 21:09 DYLAN CON LEMONY
Feb, 22 del 2003
Las palabras de Dylan no hacían más que hacer de música para los oídos de la hormonal rubia mientras se dejaba acariciar los pechos de esa manera, mordisqueando su labio inferior y moviendose contra él, éstos estaban erguidos, conmovida ella por cada caricia.
Dylan era un buen hombre que le ayudaría a llevar adelante aquello, era lo único que debía pensar, y.. dejarse llevar. - Oh.. eso no es muy difícil.. - le dijo ella al ver liberado el miembro de su compañero que acariciaba su vientre bajo. Estaba erguido y preparado. Ella acarició lentamente la punta de éste para tentarlo, quería ver como él se desataba y dejaba de tratarla como una muñeca de porcelana, porque no era así a pesar de su rostro suave. Ella se separó un poco para poder quitarle a él la camisa y volver su mano a acariciar el miembro hinchado con su mano, ésta vez acariciando todo su tronco, moviendo su propia pubis contra éste. - Te gusta, así? Yo te.. gusto.. Dylan? - le preguntó acercándose a sus labios.
Ella le besó con intensidad mientras su mano seguía embistiéndolo, esperando el hombre se liberara de sus ataduras y la tratase como una mujer, al menos ese día, que se olvidara que era una niña para él. Porque ella no lo era, tenía 19 años y ya se sentía suficientemente mayor para estar de ese modo, aunque no supiera luego como afrontar las consecuencias de sus actos. Como ese embarazo. APARTAMENTO × 21:09 LEMONY CON DYLAN
Feb, 22 del 2003
Las suaves caricias de la joven provocaron que todo a su alrededor se nublara. Cerró los ojos y disfrutó. Lo hizo todo el tiempo que la chica estuvo atendiendo aquella zona. Mientras tanto, manifestaba sus reacciones, apretando sus pechos, respirando levemente al comienzo y más feroz después. Sabía que no podía dar rienda suelta a su pasión total. Si lo hacía probablemente Lemony saldría huyendo.
Pero es que era tal su obsesión por ella que no podría controlarse. En el momento en que se dejara llevar, se desataría la bestia y atrás quedaría el hombre amable de buenas intenciones. Tan sólo existiría una versión de sí misma bruta, sádica y con una obsesión insana por poseerla cada día de su vida.
Entre aquellos leves mareos, escuchó la voz de ella, entrecortada, sensual. Era imposible resistirse.
-No… gustar no sería la palabra adecuada, Lemony. -Susurró con dificultad. Entonces, con un leve empujón, la tumbó y él se dejó caer sobre ella. Rostro con rostro, labios contra labios, respiración contra respiración. -Te adoro… por encima de todo en este mundo. Desde que apareciste frente a mí te he deseado.
Tal vez la chica no recordaría aquellas confesiones al día siguiente y si lo hacía y resultaba corresponder, todo resultaría más fácil para su malévolo plan. No se demoró más en hacer lo que deseaba desde hacía tiempo. Primero le terminó de quitar la ropa, lanzando por los aires toda tela que cubriera su bajo vientre, incluida la ropa interior. Luego tomó la mano de la joven y la guió por su miembro erecto para que lo sujetara no sin antes hacer que acariciara de arriba a abajo una última vez dejando escapar un par de suspiros de placer. A continuación, con cuidado, la condujo sin soltar su mano en dirección a la entrada de su vagina.
-¿Sabes, princesa? Desde aquí puedo ver lo lubricada que estás. Esto es suficiente para saber cuánto me deseas. Está claro que no necesitas ninguna preparación y voy a serte sincero; estoy impaciente. Quiero saber cómo es fundirme en uno solo contigo.
Y así lo hizo. Una vez las dos manos empujaron el inicio, el cuerpo del hombre hizo el resto de una sola embestida. Era la sensación más gloriosa que había sentido jamás y a partir de ahora, iba a tenerla siempre que quisiera. MI APARTAMENTO × 21:09 DYLAN CON LEMONY
Feb, 22 del 2003
Adorarla? De verdad? Aquella confidencia hizo que Lemony se lo quedara viendo por un momento, no había pretendido aquello pero quizás había tenido un lapso de conciencia dentro de toda esa locura. Los sonidos y las caricias de Dylan lograban excitarla demasiado para que le dijera algo de su confesión, tanto así que había terminado desnuda, completamente a merced de ese hombre.
- Asi.. oh Dy.. - susurró en su oído mientras el miembro de él comenzaba a formar parte de ella, Lemony se movió un poco hasta poder sentirlo por completó y buscó sus labios, moviéndose lentamente para seguir los envites de su acompañante.
La rubia se abrazó al cuello de él, gimiendo presa de la pasión que sentía, de aquel afrodisíaco y el placer que hacía que por un momento cualquier temor desapareciera de su mente, solo existía Dylan, ella, sus cuerpos entrelazados y luego, aquel feroz orgasmo que la dejó temblando en sus labios, intentando seguir el ritmo de su amante un poco más.