Amad Chapter I

Tema: Amad Chapter I Dom Oct 07, 2012 10:05 pm

Always together, till the end. Chapter I

Siempre había sido un tipo extraño, desde pequeño. Sadoth había sido criado practicamente por la mano de Merlín junto a su hermana y juntos habían podido sobrevivir por un milagro divino, o quizás la mágia que ambos guardaban, la protección del sacrificio de sus padres al morir ambos. Del pequeño travieso solo quedaba esa mirada chispeante, como un bosque encantado, tan verde y tan avivada como la grava luego de que una llovizna cálida la regase. Había hecho un viaje que le había alejado del grupo, no había podido soportar el no poder tener aquella conección especial que todos en la manada tenían, y lo había lamentado luego, volviendo sobre sus pasos a donde Amad nuevamente, con el deseo ferviente que lo recibiesen sin juzgarlo.

Era una suerte que no lo hubieran hecho, el castaño agradecía aquello en silencio mientras en su bolsillo algo se revolvía frenético por intentar escapar. - Ya, quedate quieta vieja.. - gruñó mientras, donde la cabaña de su alfa revisaba hasta el último rincón de la cocina en busca de algo de ajo para alientar a su mascota. Un patronus se apareció ante él desde la alacena. Sadoth se sobresaltó escuchando las palabras de su segundo al mando, Lheón. Le preguntaba si Isabella estaba con él. - Acaso crees que la tengo en el otro bolsillo chucho? - maldijo a si mismo sin mandarle una respuesta, solo gruñendo por lo bajo, tomand un trozo de rábano y sacando a Sylar del bolsillo. La pilaraña lo mordio en venganza por dejarla tanto tiempo encerrada y corrió por la mesada con desesperación. El patronus de MacLaud aun resonaba en su cabeza mientras la miraba, era extraño que su hermana no estuviera con su pareja, quizás solo había ido al mercado y aquel ardor en su pecho no se trataba para nada de aquel sexto sentido fraterno preocupado.

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THANKS, GILLY · Tema: Re: Amad Chapter I Mar Oct 09, 2012 2:55 am

Koda A. Eternalfire

Amad. Chapter I

Koda era el vago, el problemático, el que hacía y deshacía dentro de la manada sin pedirle permiso ni al alfa, ni al beta ni a nadie. Era casi como si fuera un lobo errante acogido dentro de ese grupo y en general su forma de agradecer no era más que dando problemas. Al menos no estaba de novio con un vampiro, como si lo estaba la única mujer de la manada. Eso hacía que dejaran de tenerlo en la mira constantemente. Últimamente el moreno andaba a sus anchas y hacía lo que quería, pues no era el mayor problema que tenían y tampoco el que iban a tener. El cielo oscurecía cada vez más esos días, vaticino de algo malo, todos en el mundo mágico podían sentirlo, pero la mayoría pasaba de ello, se hacían los tontos.

Pasea por la cabaña de Donnovan de un lado a otro buscando que hacer, que romper, como un cachorro. Ese lugar se había convertido en la base de la manaba, allí iban todos para planear sus movimientos o simplemente para sentirse en casa. Koda no tenía un hogar fijo, nómade por elección , pero esa era lo más cercano a una. Su casa de verdad estaba bastante lejos de allí.

Se cansa al rato, sin encontrar absolutamente nada que destruir o hacer y termina sentándose en el sofá del pequeño intento de sala de estar del guardabosque, quedándose dormido. No despertó sino hasta que escuchó la puerta de la cabaña entrar y sintió a Sad peleando con el bicho ese que llevaba siempre en el bolsillo. Ni siquiera se movió, era como si quisiese seguir descansando, no quiere ser molestado, pero sus planes no llegarían a concretarse...Un patronus conocido atraviesa ruidosamente por la cabaña, la voz de Lheon se escuchaba por todo el lugar, preocupado. Sacude la cabeza y se sienta en donde está. Se masajea los ojos al tiempo en que su amigo le responde una negativa al beta. Cuando el patronus se retira Koda tiene la mirada fija en la espalda del castaño, taladrante.- Isabella vino buscando a Lheon anoche, le dije que estaba en el bosque....- Por que el de los ojos rajados no era capaz de mostrarle el lugar donde estaba su novio a la gitana, simplemente la dejó a su suerte pero pensando que lo encontraría fácilmente. Era extraño que habiendo pasado tantas horas ella aún estuviera buscándolo.