Despacho de la Ministra de Magía~

Llega a su despacho, habia mandado decorarlo como a ella le gustaba, cortinas doseladas en blanco, para que la luz del sol llegue al lugar, un garn escritorio, una comoda silla para este.

Se sienta sobre su escritorio, obviando la silla, suspira ante la cantidad de papeles sobre este.

Espera que alguien venga. Llaman a la puerta en ese momento.

- Pase... - canturrea, sabiendo de quien se trata.

- Te estaba esperando... - dice sonriendo al hombre que entra - Maxweel... - el hombre se le acerca, deja un sutil beso en su mejilla. - como haz estado Annie.? - pregunta con una soprana voz.

- Demasiado bien.. - dice suelta, como siempre, sonriendole.

- Como estas tu? Siempre igual... - lo analiza con la mirada, de cabo a rabo.

- Perfectamente... - responde el hombre, sonriendole abiertamente.

Le sonrie, mirandola, se vuelve a sentar arriba del escritorio, ojea los pergaminos.

- a regresado... - sentencia al fín el hombre alto, desde su lugar.

Deja lo que esta haciendo, lo mira.

- Sabes que hará? - pregunta, con un hilo de voz.

- Planea algo grande, es todo lo que sé... - responde seriamente - Anne, debemos hacer algo... - murmura el rubio.

- Lo sé... - responde, lo mira, se muerde el labio inferior.

Tenia todo listo, la solicitud, ansiaba ese momento, sonreía feliz. Toco la puerta de el despacho del Ministro. Sabia que los demas ayudantes le dirian que si, y luego lo mandaria al vuelo, espera paciente.

Escuchan que golpean.

- Adelante.. - dice, metida en sus papeles.

Abre la puerta, se encuentra con una bella dama sentada tras el escritorio. Toce.

Levanta la vista de sus papeles al escuchar tocer. No lo reconoce ensegida.

- Mi.. Milo? - pregunta, asiendo el asiento hacia atras.

- Lu.. - no lo puede creer, es ella, pero.. Ministra?

Baja la cabeza, no se lo esperaba, no sabia como encararlo.

- Dime Sparrow, que es lo que necesitas? - pregunta, finjiendo tranquilidad.

- Lu.. - sigue repitiendo, siente un fuerte vacio en su pecho, ella no es asi - Porque? Porque me dejaste? - se acerca a ella, triste.

Lo escucha y se derrite.

- Lo siento yo.. no podia.. lo siento, en verdad.. - no aguanta más, lagrimas caen por sus mejillas.

Toma sus manos entre las suyas - Solo dimelo... por favor.. - pide, necesita sacarse esa angustia.

- Yo.. yo.. - lo abraza fuerte, tratando de tranquilizarse - lo perdi... - murmura, llora.

- Que perdiste que? - no la entiende, deja los papeles sobre el escritorio, la abraza.

- Nuestro bebe... - susurra, conpunguida.

Se la queda mirando, procesando sus palabras. Niega con la cabeza, se tambalea, se sienta en el escritorio para no caer, se agarra la cara, no podia ser.

- Lo siento mucho Milo.. - lo mira, desde su lugar, sin dejar de llorar.

Su bebe? Iba a tener un bebe y ni siquiera lo sabia? El niño estaba muerto.. no, no podia ser asi, se deja deslizar hacia el piso, con las manos en los ojos, llora en silencio.

Lo toma de un brazo, tratando de levantarlo, lo sienta en su asiento.
Toma su rostro entre sus manos, mirandolo a los ojos, fuerte.

- Por favor, mirame.. - le pide - Yo se que hize mal en huir, sin explicación, lo siento, no sabia como decirtelo, me sentia feliz al saber la noticia, fui a verte, no estabas.. otro partido y otro, nunca tenias tiempo, no te lo hecho en cara, me sentia mal esos días, estaba sola, en una gran cuidad.. - no dice más, se la la vuelta, trtatdo de recomponerse.